Cirugía de primer mundo que benefició a madre y su bebé realizan en el Complejo Hospitalario

Una cirugía con tecnología de primer mundo, efectuó un equipo multidisciplinario en el Complejo Hospitalario “Dr. Arnulfo Arias Madrid”, a una paciente embarazada que presentaba un cáncer cervicouterino avanzado.

A la paciente, de 25 años de edad, se le practicó satisfactoriamente una cesárea, más una histerectomía radical. Lo complejo es que la paciente tenía un cáncer cérvico uterino, en una etapa en la cual no se podía ofrecer ningún tipo de procesamiento quirúrgico por el embarazo.

El Dr. Miguel Ángel Cáceres, ginecólogo oncólogo y cirujano robótico de la Caja de Seguro Social, explicó que en la cirugía se utilizaron “las mejores tecnologías posibles viables”, lo que le permitió a la paciente tener a su bebé, aunque presentara un cáncer en una etapa avanzada.

“Realmente este tipo de medicina es de primer mundo y a veces nos cuesta poder entender los niveles que hemos alcanzado en Panamá en este aspecto”

Resaltó el Dr. Cáceres

El Instituto Oncológico Nacional (ION) manejó la quimioterapia con Medicina Materno Fetal de la CSS, para reducir significativamente el tumor de estadio 1B3, con un tamaño de 8 centímetros, equivalente a cuatro dedos de la mano, y que dificultaba el manejo del embarazo y la quimioterapia.

Cáceres destacó que para efectuar esta operación, se logró llegar a la semana 37 de embarazo, cuando el bebé es totalmente viable, por lo que se procedió con el equipo de obstetricia a realizar la cesárea.

Posteriormente, el equipo de Ginecología Oncológica completó el tratamiento local, que consistió en la histerectomía radical de cérvix con linfanectomia pélvica bilateral, que resultó compleja por las dos intervenciones que se realizaron de manera continua.

Este tipo de operaciones presentan dificultades, entre las que están la pérdida sanguínea asociada al proceso de cesárea y los tejidos de post quimioterapia, que dificultan las disecciones.

Hay que tomar en cuenta que se operó un útero voluminoso (ya que al sacar al bebe el útero quedó en un volumen aproximado de 15 a 20 centímetros), lo cual dificulta las técnicas quirúrgicas para obtener el nivel de radicalidad que cure a la paciente.