El día de Aurelina Ortiz, inicia con una taza de café a las 5:00 a.m. y se termina cuando se oculta el sol. Siempre lleva consigo un azadón, rastrillo, machete y una que otra herramienta agrícola cuando recorre su parcela que lleva por nombre “Una Luz en el Camino”, ubicada en la comunidad de Quije, en las montañas de Coclé.
Hace un año Aurelina transformó su parcela en una “Escuela Campo”, donde 17 mujeres asisten tres veces al mes para aprender todo lo relativo a la diversificación de cultivos para luego replicar en su terreno las técnicas que aprenden.
En estas parcelas Aurelina de 49 años ha cosechado en plena pandemia: arroz, maíz, zapallo frijol, abichuelas, camote, tomate, ají y matas de plátano. También ha instalado tinas de tilapias. Pero lo más importante es que ha logrado aumentar sus rendimientos al introducir semillas certificadas y técnicas innovadoras que han permitido tener buenas cosechas en espacios pequeños.
Este emprendimiento le permite llevar comida a su hogar y vender el excedente en su propia comunidad. Este proyecto está ubicado en el corregimiento de Las Huacas en el distrito de Natá.
En esta escuela Aurelina quiere graduarse con honores porque está consciente que esa certificación le permitirá llevar alimentos a la mesa de su casa y la de sus compañeras.
“Aquí todas tenemos la oportunidad de progresar y construir un mejor futuro para nuestra familias con el acompañamiento institucional. Somos mujeres del campo que trabajamos por un mejor futuro y con este proyecto estamos generando ingresos para nuestros hogares”
destacó Aurelina.
En estas parcelas las mujeres están aprendiendo a confeccionar y utilizar máquinas artesanales como el “rayador”, una herramienta que se confecciona con tablas y clavos que cuadriculan el terreno donde el arroz será sembrado. Mientras que, en las tinas de tilapias aprenden a conocer todo sobre el potencial que tiene los proyectos acuícolas.
Para Peralta la historia de Aurelina revela el empoderamiento y la autonomía de la mujer en la economía rural y su papel protagónico como proveedoras de alimentos para su familia.
Pero, sobre todo, les está enseñando a las mujeres que se puede migrar del asistencialismo a esa movilidad social que le hace bien al país.
La Organización Internacional del Trabajo calcula que las mujeres de zonas rurales suponen una cuarta parte de la población mundial. Asimismo, las mujeres también representan el 41% de la fuerza de trabajo agrícola de todo el mundo, un porcentaje que aumenta hasta el 49% en los países de bajos ingresos.
Durante la pandemia las mujeres han asumido grandes retos. En la provincia de Coclé Aurelina y las mujeres rurales que dirige han decidido que es hora de emprender, por eso se esmeran en preparar la tierra día a día porque saben que “Una Luz en el Camino” es una tierra que aún tiene mucho que ofrecer.