Ranking de RSE en Panamá

Desde hace algunos años, la Responsabilidad Social Empresarial, RSE, ha logrado un lugar importante dentro de las empresas. Incluso en algunas instituciones públicas tienen prácticas dirigidas a ir más allá del servicio público, involucrando a la comunidad.

De esa importancia nace la necesidad de monitorear y medir este trabajo, que incide directamente en el reputación de la empresa. El Monitor Empresarial de Reputación Corporativa, Merco, comenzó a elaborarse en 1999, con el objetivo de evaluar la reputación corporativa de las empresas que operan en España. Tras diecinueve ediciones de Merco en España, el monitoreo se volvió un referente a nivel de mediciones.

Actualmente Merco elabora ocho monitores (Merco Empresas, Merco Líderes, Merco Responsabilidad y Gobierno Corporativo, Merco Talento, Merco Talento Universitario, Merco Consumo, Merco Digital y MRS) y tiene presencia en doce países: España, Colombia, Argentina, Chile, Ecuador, Bolivia, Brasil, México, Perú, Costa Rica, Panamá y en proceso en Portugal.

Se trata del primer monitor auditado del mundo, pues el seguimiento y verificación de su proceso de elaboración y resultados es objeto de una revisión independiente por parte de KPMG, según la norma ISAE 3000, que publica su dictamen para cada edición. Todos los criterios de ponderación son públicos y, al igual que los resultados de cada edición, se pueden consultar en este sitio web.

En Panamá hay un ranking. El primer lugar lo ocupa el Banco General con el puntaje máximo; es decir 10 mil puntos; seguido de COPA Airlines con 9,242. El tercer puesto está ocupado por la Autoridad del Canal de Panamá con 8,626 puntos, más abajo Ricardo Pérez con 7,247; el quinto puesto la empresa Nestlé con 7,138, luego Riba Smith y el Grupo Melo. El conteo llega a 100 empresas.

Cada año las empresas trabajan duro para mejorar sus posiciones, por ejemplo Banco General ha logrado el primer lugar durante varias mediciones, dado que es una empresa que trabaja de cerca con la comunidad, reforzando sus planes de RSE tanto a lo externo como a lo interno. Todo esto redunda en beneficio de las comunidades en las que se asientan las empresas, logrando «licencia social para operar», un término que es utilizado en este campo desde hace algunos años.