Un emprendimiento que genera ingresos a mujeres rurales

Surcando el Lago Alajuela, se prepara un pan exquisito que ha logrado atrapar el paladar de nacionales y extranjeros. Este pan se cocina a la antigua: en olla. Quienes lo preparan son mujeres rurales del programa Redes de Familia del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), que decidieron encarar las necesidades del día a día con un trabajo milenario.

La elaboración de pan artesanal hace que los habitantes de la comunidad de San Vicente de Tranquilla, ubicada en el corregimiento Colmena de Caimitillo, provincia de Panamá, se levanten con un olor sinigual e inconfundible: el vapor que esparce la mantequilla derretida y la harina fermentada, les avisa cuando el pan se está cocinando.

Aquí las rosquillas, la moña y el pan viril se cocinan con leña y, tan pronto como sale de la olla, se venden entre los vecinos. Lo interesante de esta receta es que, cocinando el pan dentro de una olla, se logra recrear el efecto que se produce en un horno profesional, aprovechando el propio vapor que el pan va soltando a medida que se va horneando a altas temperaturas.

Preparar pan es un trabajo que exige dedicación. Luciana Chirú, de 67 años, explica que ella y otras seis mujeres hacen todo el proceso, desde cortar la leña hasta preparar los pedidos que salen de la comunidad.

“Este proyecto me enseñó a que no hay edad para aprender. Me siento útil e independiente preparando pan con mis vecinas. Estamos muy entusiasmadas, porque estamos llevando comida a la mesa con este emprendimiento”

dijo Luciana.

Hace más de un año, siete mujeres decidieron emprender. Admiten que la idea de hacer pan en olla surgió en un momento difícil, ya que el tránsito de extranjeros que hacían parada por la comunidad había disminuido, por causa de la entrada de la pandemia del COVID-19

Hoy, estas siete mujeres coinciden en sentirse orgullosa por el proyecto que han llevado adelante, porque han generado ingresos en sus propios entornos. Dinero que les permite adquirir alimentos, suplir las necesidades de sus hijos e invertir en el crecimiento de la panadería.

Precisamente ese deseo de diversificar la oferta y expandir la panadería, es el que ya se puso en marcha, con la capacitación ahora en la elaboración de dulces y productos a base de harina.

Cabe destacar que la mayoría de los emprendimientos del programa Redes de Familia se concentran en la Comarca Ngäbe Buglé, donde 3,361 familias se benefician de proyectos agrícola, avícola, de panadería y modistería.

Actualmente, el programa Redes de Familia atiende 10 provincias y 5 comarcas, divididos en 59 distritos y 197 corregimientos. De los 197 corregimientos atendidos, 155 se encuentran dentro del Plan Colmena, estrategia que sienta las bases para la lucha contra la pobreza y la desigualdad en el territorio panameño.