Una especie longeva de gran incidencia en el mundo, se les considera el ser vivo más antiguo. Las tortugas marinas están en el planeta desde los últimos 100 millones de años y cada 16 de junio se celebra su Día Mundial, fecha propicia para conocer más sobre este importante animal y su condición actual de vulnerabilidad y medidas de protección.
En Panamá, se castiga severamente el comercio y tráfico de productos y subproductos de tortugas marinas. El presidente de la República Laurentino Cortizo Cohen, sancionó la ley 371 del 1 de marzo de 2023 que establece la Protección y Conservación de las Tortugas Marinas y sus Hábitats en la República de Panamá y se dictan otras disposiciones. Con esta norma, Panamá se coloca a la vanguardia, fortaleciendo las acciones tendientes a garantizar la sobrevivencia de estas especies carismáticas en el tiempo, y sobre todo trabajando de manera colaborativa entre el Estado y la comunidad
Las cinco (5) especies de tortugas marinas presentes en Panamá: Lora o Golfina (Lepidochelys olivacea), Carey (Eretmochelys imbricata), Canal o baula (Dermochelys coriacea), Caguama o boba (Caretta caretta), Verde o prieta (Chelonia mydas), están en el Apéndice I de la Convención sobre el sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, (CITES) y en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Actualmente se cuenta con 7 especies en el mundo: tortuga laúd (Dermochelys coriacea), tortuga caguama (Caretta caretta), tortuga verde (Chelonia mydas), tortuga kikila (Natator depressus), tortuga carey (Eretmochelys imbricata), tortuga lora (Lepidochelys kempii) y tortuga golfina (Lepidochelys olivacea). Tras un periodo de incubación de unas 6-10 semanas, según la especie, las crías rompen el cascarón e inician el agotador camino desde su nido cubierto por la arena.
Tanto en el nido como en su camino hacia el agua, las tortugas se exponen a muchos peligros. Algunos de los peligros que enfrentan las tortugas marinas son: atropello por personas o vehículos, cazadas por aves u otros animales o a quedar desorientadas por culpa de la luz artificial. Cuando las crías entran en el agua, comienzan a nadar frenéticamente alejándose de la costa. Al llegar a la madurez, las tortugas marinas siguen expuestas al peligro de los depredadores. Algunos depredadores de las tortugas marinas son los tiburones, orcas y, en algunos lugares, cocodrilos.
Las tortugas más grandes son de crecimiento más lento, como el caso de la tortuga boba o caguama, y no alcanzan la madurez sexual hasta aproximadamente los 32 años. La tortuga golfina, puede alcanzar la madurez a la edad de 7 años, una vez que las hembras han alcanzado la madurez, se dirigen a la misma playa donde nacieron para poner sus huevos. Las hembras de las tortugas marinas utilizan los campos magnéticos de la Tierra y otras pistas para guiarse y continuar así el ciclo de la vida. Las tortugas son un tipo de reptiles caracterizados por el sólido caparazón que protege sus órganos vitales del que emergen la cabeza, las patas y la cola.
A pesar de que las tortugas marinas carecen de dientes, cuentan con un fuerte pico que usan para alimentarse. Las tortugas marinas son un patrimonio común en casi toda América Latina y el Caribe. La protección y conservación de las tortugas marinas requiere de estrategias y acciones plurinacionales, que permitan salvarla y librarla del peligro de extinción. Al menos seis de las siete especies de tortugas marinas están amenazadas en mayor o menor medida. El clima cambiante y el calentamiento global, están causando un gran impacto a las poblaciones de tortugas marinas.
Solo una de cada 1,000 tortugas que salen del huevo llega a la edad adulta. Depredadores como cangrejos, zorros y aves se alimentan de las crías a las que capturan durante su corta pero difícil travesía desde sus nidos en la playa al mar. Los machos no abandonan el mar nunca y las hembras sólo salen para depositar sus huevos en la arena durante la temporada de nidificación. Las tortugas marinas pueden poner más de 150 huevos por nido y pueden anidar varias veces en cada estación, con lo cual compensan las altas tasas de mortalidad que impiden a la mayoría de las tortugas marinas llegar a la madurez.
El rol de las tortugas de mar es esencial para tener océanos saludables. Algunas tortugas marinas consumen medusas, que se multiplicarían de manera incontrolada si las tortugas llegaran a desaparecer.
El Ministerio de Ambiente, insta a que se apoye la protección y conservación de las tortugas marinas no consumiendo sus huevos y carne, y no comprando artesanías confeccionadas con carey.
Si ven alguien comprando, vendiendo o consumiendo productos o subproductos de tortugas marinas, denúncialo al 311, Línea gratuita de Atención Ciudadana.