Científicos de la Fundación Yaguará Panamá anuncian que ya tenemos el primer jaguar (Panthera onca) en llevar un collar GPS para su rastreo en Panamá con la finalidad de conocer sus desplazamientos, rango hogareño y uso de hábitat en un paisaje altamente modificado por las actividades humanas.
Estos datos arrojarán información nueva de los jaguares panameños que también será una contribución importante en la región.
Se trata de una hembra darienita bautizada con el nombre de “Chucunaque” de 4 a 6 años, 55 kilos y con buena condición de salud, que además se encuentra criando a dos cachorros de aproximadamente 9 meses, y que fue capturada y posteriormente liberada en el corredor de vegetación natural.
En el proceso se realizó la captura y una vez sedada por médicos veterinarios fue posible manipularla y examinarla. Posteriormente, los especialistas de Yaguará Panamá toman los datos, medidas y muestras biológicas, y colocan un collar GPS para seguir sus movimientos durante un año por parte de los científicos panameños. El collar tiene un sistema especial que se abre solo y se cae después del año de monitoreo.
Por último, se procedió a aplicar el antídoto que revierte el efecto de la anestesia y minutos después el felino comenzó a despertarse y a caminar por sus propios medios, mientras los especialistas se mantenían monitoreando su recuperación.
Después de su liberación se han obtenido fotografías con cámaras trampa, registro de huellas y posiciones satelitales. Además, se están realizando sobrevuelos en helicóptero para rastrear y vigilar desde el aire el área donde se mueve Chucunaque gracias al apoyo de la empresa Panama Air Adventures. Todo esto nos permite asegurar que se encuentre bien después de su liberación.
Como parte de la estrategia de protección del corredor para asegurar la conectividad del paisaje, se continúa con las actividades de monitoreo biológico con la captura de otros jaguares complementadas con educación ambiental en las comunidades de la provincia de Darién que forman parte del Corredor Biológico Mesoamericano y donde se encuentra la mayor población de jaguares en Panamá.
El jaguar, el mayor felino del continente americano, es una de las especies más emblemáticas y carismáticas de los bosques tropicales. Es también una especie clave porque las condiciones del jaguar se consideran un indicador de buen estado para la conservación de los ecosistemas y la salud del medio ambiente. Al protegerlo estamos conservando los boques donde habitan, otras especies que viven con él y las fuentes de agua que necesitamos.
Desafortunadamente el 40% de su hábitat natural en nuestro país se ha perdido y sus poblaciones están disminuyendo drásticamente principalmente por esta causa, y además por la escasez de sus presas naturales, el conflicto jaguar-ganadería, la cacería furtiva y el comercio ilegal. En Panamá la especie se encuentra catalogada en Peligro Crítico según la legislación nacional por el riesgo de su desaparición.
Panamá es clave para la conservación del jaguar por ser la última y más estrecha porción del Corredor Biológico Mesoamericano que ha servido desde hace millones de años como puente terrestre natural entre América del Norte y América del Sur para las especies de vida silvestre.
Ricardo Moreno, presidente de la Fundación Yaguará Panamá, investigador asociado de STRI en Panamá y explorador emergente de National Geographic, resaltó que “esto es un hito histórico para la ciencia y la investigación científica en Panamá al ser la primera vez que en nuestro país se le coloca este dispositivo que a un jaguar para seguir sus movimientos y saber cuánto tiempo permanecen en un área. No solo va a ayudar a generar mayor información sobre esta especie, sino a plantear mejores estrategias de conservación”.
“Esta tecnología también permitirá localizar y proteger a Chucunaque, al igual que a sus dos cachorros, además de realizar actividades de educación y otras para ayudar a mejorar la convivencia entre las personas y estas maravillosas especies”, señaló Moreno.
Por su parte el viceministro de Ambiente, José Luis Acosta, destacó que “Panamá es el punto clave para mantener la conectividad entre las grandes poblaciones de jaguares del continente americano, es por esto que lo anunciado hoy muestra cómo una gestión ambiental compartida entre el gobierno, la comunidad científica local y las comunidades pueden generar importantes aportes a la protección de la biodiversidad en nuestro país y en la región”.
Este proyecto científico “Utilizando la tecnología para minimizar el conflicto entre seres humanos y grandes felinos en Panamá” fue financiado por la SENACYT y contó con el apoyo del Ministerio de Ambiente, SENAFRONT, la Policía Ecológica, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) a través del Programa de Pequeñas Donaciones (PPD), el Instituto Médico Howard Hughes (HHMI) y el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI).
Los trabajos son encabezados por el biólogo Ricardo Moreno junto a un equipo de más de 20 biólogos y veterinarios panameños acompañados de pobladores locales. Además, contó con la colaboración de otros especialistas latinoamericanos destacando la asistencia técnica de la médico veterinario y zootecnista, Ivonne Cassaigne, y el biólogo y especialista en manejo de felinos silvestres, Antonio de la Torre, de la Alianza Nacional para la Conservación del Jaguar en México.
Cabe resaltar que desde hace años la Fundación Yaguará Panamá se encuentra utilizando la tecnología de collares GPS para monitorear otras especies de felinos silvestres como ocelotes (Leopardus pardalis) y pumas (Puma concolor), así como puercos de monte (Tayassu pecari) y coyotes (Canis latrans).