Comportamiento de las tortugas baulas: ¿Quedarse cerca de casa o cruzar el océano?

Un nuevo estudio encuentra que las tortugas baulas tienden a migrar en lugar de buscar alimento cuando los niveles de clorofila, productividad primaria y temperatura de la superficie del mar son más bajos. Las tortugas laúd o tortugas baulas son superlativos de la natación: son más grandes, más viejas, se sumergen más profundamente y migran más lejos que cualquier otra tortuga marina. Los investigadores del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales etiquetaron a 30 tortugas y rastrearon sus movimientos durante tres años para revelar vínculos entre las condiciones ambientales, la migración y los comportamientos de búsqueda de alimento. Después de que los investigadores etiquetaron a las tortugas en las zonas de anidación en la provincia panameña de Bocas del Toro, el 55% se desplazó hacia el norte, hacia Canadá y el Reino Unido, probablemente siguiendo a las presas estacionales hacia aguas más frías. El resto (45%) permaneció en el Golfo de México y Florida, un punto de alimentación de tortugas marinas bien establecido. Una vez que los investigadores descubrieron dónde pasaban el tiempo las tortugas, se centraron en cómo estas tortugas pasaban su tiempo. Utilizando algoritmos y modelos existentes que comparaban la ubicación, la velocidad y la dirección de las tortugas, el equipo preguntó si las tortugas estaban buscando comida o migrando en un momento dado. Descubrieron que las tortugas baulas pasaban un poco más de la mitad de su tiempo buscando alimento (52.5%), y el 47.5% restante de su tiempo migrando. Utilizando datos ambientales de sensores remotos, los investigadores compararon cada punto en los mapas de migración con cinco variables ambientales: clorofila, productividad, temperatura de la superficie del mar, corrientes marinas y presencia de remolinos. Luego preguntaron si las diferencias en cada uno hacían más probable que las tortugas baulas cambiaran su comportamiento entre la alimentación y la migración. Descubrieron que las tortugas tienden a buscar más alimento cuando la clorofila, la productividad primaria (básicamente, el nivel de fotosíntesis) y la temperatura de la superficie del mar eran más altas, mientras que las tortugas migraban más cuando estos niveles eran más bajos. De los cinco factores considerados, la clorofila fue el predictor más significativo del comportamiento de búsqueda de alimento. La productividad también fue un predictor significativo del comportamiento de búsqueda de alimento, pero solo marginalmente. La presencia de clorofila y otros nutrientes en el agua puede ser un indicador de que las medusas, uno de los alimentos favoritos de las tortugas, son abundantes. «Usamos la clorofila y la productividad para predecir posibles floraciones de medusas, que son el verdadero alimento de las tortugas», dijo Héctor Guzmán, autor principal del estudio y biólogo marino del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI). La temperatura de la superficie del mar, las corrientes y los remolinos pueden afectar la disponibilidad de alimento para tortugas. Cuando las tortugas se encontraron en remolinos, el 69% de ellas decidió buscar comida mientras que el resto migró, lo que indica que las tortugas baulas probablemente explotan los remolinos para encontrar comida. Rocío Estévez, coautora del estudio e investigadora becaria en STRI, se sorprendió cuando los análisis no mostraron una relación significativa entre la temperatura de la superficie del mar y el comportamiento de las tortugas baulas. «Cuando descubrimos que la temperatura de la superficie del mar no se correlacionaba con el comportamiento animal, reconsideramos el impacto de la temperatura en la actividad de las especies marinas y observamos otros factores ambientales que podrían ser más importantes en la configuración del comportamiento». Sin embargo, después de profundizar en el comportamiento de una tortuga específica (tortuga 486), encontraron una relación positiva entre la búsqueda de alimento de una tortuga y las temperaturas más bajas de la superficie del mar. «Al centrarnos en un solo animal, descubrimos patrones de comportamiento únicos que conjuntos de datos más extensos podrían pasar por alto, como estrategias específicas de búsqueda de alimento, preferencias de hábitat y respuestas a condiciones temporales», señaló. A través de este estudio, los autores vieron que los factores oceanográficos influyen en las rutas migratorias de las tortugas baulas adultas que migran desde Panamá, ya sea dando forma directamente a sus patrones de movimiento o cambiando la distribución de su alimento. Teniendo en cuenta los impactos inciertos del cambio climático en la dinámica física y ecológica del océano, el calentamiento de las temperaturas globales puede conducir a la expansión hacia el norte de las áreas de alto uso de las tortugas baulas a medida que siguen a sus presas hacia aguas más frías. Sin embargo, la predicción es compleja y tiene en cuenta diferentes factores físicos y ecológicos. Los datos satelitales de este estudio mostraron que estas 30 tortugas originarias de una colonia en Bocas del Toro, Panamá, pasaron por las zonas económicas exclusivas de 26 países, así como por aguas internacionales. «Las extensas rutas migratorias de estas tortugas, que atraviesan aguas internacionales y nacionales, ponen de manifiesto las complejidades de la conservación transfronteriza y la necesidad de compartir datos y metodologías de investigación», escriben los autores. «El ciclo de vida de las tortugas baulas es un viaje desalentador. Recorren miles de kilómetros anuales para reproducirse y alimentarse», enfatiza Guzmán. Las tortugas baulas están catalogadas como «Vulnerables» por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN por sus siglas en inglés) debido a los cambios causados por el hombre. «Nuestra investigación revela que migran a dos áreas cruciales del Caribe y el Atlántico nororiental. Su comportamiento migratorio de alto riesgo expone constantemente a esta población de tortugas baulas al peligro de las redes de pesca, las colisiones con embarcaciones, la contaminación y, lo que es más importante, la caza y la captura ilegal de huevos en el sitio de anidación. Durante el marcaje de estas extraordinarias criaturas, fuimos testigos de su vulnerabilidad, ya que las actividades ilegales seguían amenazándolas». Los autores señalan las Áreas Marinas Protegidas para ayudar a reducir el conflicto en curso entre las tortugas baulas y los humanos. Estos resultados ponen de relieve el «enfoque holístico» necesario para comprender los impactos del calentamiento climático en

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Comunidad de Bijagual en Antón protegen la tortuga Golfina

En Antón se sembarron huevos y se liberaraon 50 neonatos de tortuga Golfina (Lepidochelys olivácea) en la playa Juan Hombrón. Esta acción se desarrolló en colaboración entre MiAmbiente y Federico Berdores, residente en la comunidad de Bijagual, quien se encarga de custodiar a esta especie de tortuga y sus huevos, indicando que encontró los huevos expuestos a los depredadores en la playa de Los Azules y decidió cuidarlos. Berdores, compartió su experiencia y conocimientos, destacando la importancia de la conservación y el papel que cada individuo, puede desempeñar. La comunidad de Bijagual mostró un gran entusiasmo y compromiso, demostrando que la conservación de la biodiversidad es una responsabilidad compartida. La tortuga Golfina (Lepidochelys olivácea) es la más pequeña de las tortugas marinas, puede medir hasta 70 cm y pesar alrededor de 40 kilos. Se distribuye por la mayor parte de los mares tropicales del mundo y de adultos presentan un color verde olivo. El caparazón tiene forma de corazón o redondeado. Esta especie ha sido clasificada como especie vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), organismo de la cual Panamá forma parte.

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Nace primer bebé en modernas instalaciones de Ciudad de la Salud

Como parte del trabajo que adelanta la nueva administración de la Caja de Seguro Social para brindar atención de la más alta calidad a sus pacientes, se registró el primer nacimiento de un bebé en las modernas instalaciones de la Ciudad de la Salud, equipadas con la mejor tecnología y un equipo médico de altísimo nivel. Lisbeth Nieto, quien se convirtió en la primera paciente en dar a luz en la Ciudad de la Salud, destacó la excelente atención recibida y las modernas instalaciones con que cuenta la CSS. Este parto, en las mejores condiciones médicas, es producto del plan de reestructuración que adelanta la nueva administración de la CSS para brindar atención oportuna y con calidad a la población. El nacimiento se dió luego del traslado de los servicios de Ginecología, Urgencias Ginecólogicas y Neonatología desde el Complejo Hospitalario a la Ciudad de la Salud. Esta madre primeriza, tuvo una bebé de unas 6 libras de peso la noche del 9 de noviembre, lo que le permitió conocer a su “verdadero amor”, como ella catalogó a su niña, quien llevará el nombre de Valentina. “Un amor a primera vista”, dijo Nieto, quien agradeció al equipo que le brindó atención en la Ciudad de la Salud desde su ingreso y luego, al momento en que iniciaron las labores que traerían al mundo a su hija. Con el traslado de la Sala de Neonatos y de Partos del Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid a la Ciudad de la Salud, se busca optimizar la atención de madres y niños. “Estoy muy agradecida con esa atención de primera en una instalación muy buena, con un trato excelente y siempre pendiente de mi situación”, reiteró. Nieto explicó que se tenía como fecha probable el 18 de noviembre, pero las cosas se adelantaron y ayer (viernes 8 de noviembre), llegó a sala del Complejo Hospitalario a la 1:00 p.m., donde le comunicaron que sería trasladada a la Ciudad de la Salud, en donde podría convertirse en la primera mujer en dar a luz, cosa que unas horas después se hizo realidad. Atención especializadaEl Dr. Ricardo Mastellarini, jefe de la Unidad Materno Neonatal del Hospital Pediátrico en la Ciudad de la Salud, destacó el nacimiento de esta bebé como histórico, no solo por ser el primero, sino también por tratarse de la primera cesárea realzada en estos quirófanos y la primera cirugía obstétrica en esta área de atención. Es un avance importante, ya que la atención se amplia al contar con una mejor instalación, tecnología de punta y mejores recursos para el bienestar de la paciente. Mientras que el Dr. Pablo Ramos, jefe del servicio de Obstetricia, indicó que se cuenta con todo lo que se requiere para la atención óptima de las pacientes. En la Sala de Hospitalización se encuentran unas 17 pacientes embarazadas que padecen de distintas patologías, cifra que puede aumentar en los próximos días.

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30 nuevos guardaparques adquieren el compromiso de conserva y proteger los recursos naturales

El Ministerio de Ambiente (MiAMBIENTE) y el Instituto Nacional de Formación Profesional y Capacitación para el Desarrollo Humano (INADEH) celebraron la culminación del segundo curso de capacitación para guardaparques en el Parque Nacional Camino de Cruces. Un total de 30 participantes completaron con éxito esta formación intensiva, que significa un paso importante en la preparación de estos protectores de los recursos naturales del país. Este curso intensivo, incluyó actividades de campo, patrullaje, técnicas de supervivencia en selva, conocimientos sobre legislación ambiental y estudio de la biodiversidad de los parques nacionales de Panamá. Luis Puleio, director del curso de guardaparques de MiAMBIENTE, resaltó la importancia de formar nuevos profesionales, para atender las necesidades de conservación en las áreas protegidas, indicando que “este curso fue especial, porque contó con la participación de mujeres, quienes aportaron una perspectiva renovadora a la dinámica del grupo”. Oscar Vallarino, ministro de Ambiente encargado, dirigió un emotivo mensaje a los recién graduados, alentándolos a ver esta labor no solo como un trabajo, sino como un compromiso con el país, “ustedes son personas privilegiadas por dedicarse a proteger nuestros recursos naturales, una misión que hoy en día es más crítica que nunca. El cambio climático y la pérdida de biodiversidad avanzan rápidamente; es por eso que la labor que inician hoy y ese compromiso con el ambiente, marcarán la diferencia dentro de nuestras áreas protegidas”. Por su parte, Aubrey Dawkins, secretario general del INADEH, destacó la preparación recibida por los participantes y su futura contribución al cuidado de los recursos naturales, donde mencionó que “este grupo de jóvenes realizará un trabajo fundamental para la preservación de nuestros parques, los cuales representan uno de los mayores tesoros de todos los panameños. La formación que han recibido será aplicada para proteger este gran patrimonio natural”. Gia Gordón que cuenta con 21 años de edad, procedente de la comunidad de San Judas en Colón, y Naysuri Araujo con 23 años de edad, de la comunidad de Cacique en Portobelo, son parte de las jóvenes graduadas de esta promoción que sobresalen por su gran compromiso ambiental, quienes compartieron ante los presentes, los retos enfrentados durante el curso, como las largas caminatas y el entrenamiento físico, “fue un desafío, pero estamos orgullosas de haberlo logrado”, comentó Araujo, quien también instó a otras jóvenes a unirse a futuros cursos para adquirir esta valiosa experiencia en el ámbito ambiental. El próximo curso de formación iniciará el 11 de noviembre en el Parque Nacional Coiba, con la participación de 35 nuevos aspirantes, reafirmando el compromiso de Panamá con la protección y conservación de sus recursos naturales.

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“La vocación natural del cine es documentar hechos, no contar historias”: Edgar Soberón Torchía.

Raúl Eduardo Rubio Guardia Periodista y escritor Especial para www.lobuenosedice.com Desde pequeño, a Edgar Soberón Torchía su madre le inculcó el gusto por el cine, sin sospechar que más adelante, durante su vida profesional sería una de las labores a las que se dedicaría, además de su otro “amor”, como él mismo lo define”: el teatro, actividad a la que le ha dedicado gran parte de su vida también, como actor y director. Para Soberón Torchía, el cine significa “una fuente de conocimiento que, si la pieza está elaborada con conciencia del valor del medio audiovisual, puede ser muy eficaz, rápida y masiva, ya sea ficción, documental, animación o experimento”. Con una vasta experiencia en los quehaceres del cine y las tablas, Soberón Torchía ha logrado escalar peldaños en el difícil mundo cultural panameño donde muchos han tratado de llegar lejos, pero pocos han sobrevivido a la aventura que esto supone, y en la que en el camino se encuentran toda clase de obstáculos. En una amena conversación sostenida con este multifacético ser humano, y alejado de la cotidianidad de su ajetreada agenda diaria de compromisos vinculados con el arte, Soberón Torchía nos invita a reflexionar acerca del rumbo que está llevando el cine en Panamá, además de hacer énfasis en el rescate de la memoria nacional para resguardar hechos trascendentales que son parte de nuestra historia como país. 1- ¿Qué significa el cine para usted? Para mí tiene varios significados: primero, es una fuente de conocimiento en la que, si la pieza está elaborada con conciencia del valor del medio audiovisual, puede ser muy eficaz, rápida y masiva, ya sea ficción, documental, animación o experimento. En caso contrario, puede ser un medio terrible, embrutecedor, propagandístico, manipulador y controlador de mentes y conciencias. Segundo, es una efectiva fuente de belleza y placer, si el producto está hecho con fines artísticos y altos valores estéticos, sea cual sea el asunto que trate. Es una suma de muchas cosas, de modo que al cine lo reconozco como un medio de comunicación, un arte, un negocio, una necesidad cultural, una adicción… Tiene muchas caras. El cine fue uno de los grandes inventos de la humanidad en el siglo XIX, que dio origen a una expresión hasta entonces desconocida: el documental. La vocación natural del cine es documentar hechos, no contar historias. Eso se lo añadimos después, con lo que heredamos del teatro, la narrativa, la poesía. 2- ¿A qué atribuye su interés por el cine y por qué? En buena medida, nuestros padres biológicos o de crianza nos moldean. A mis papás les gustaba el cine, a mi madre más que a mi padre. A ella le gustaba el cine de todos los países, en una época en que los cines de barrio ya desaparecidos presentaban películas de todo el mundo. Ella me llevó desde muy pequeño. Cuando mis hermanas entraron a la escuela, ella y yo nos quedábamos en casa y a menudo íbamos al cine. Ya desde niño me di cuenta de que era un medio efectivo para decir muchas cosas, a través de los diversos géneros.   Y luego, los que somos de la generación Boomer, los posteriores a la Segunda Guerra Mundial, también fuimos hijos de la televisión. Teníamos imágenes en movimiento en la casa desde chicos. Esa orientación audiovisual está más marcada hoy, en el siglo XXI, con los niños que ya tienen teléfonos móviles en sus manos. 3- ¿En algún momento tuvo entre sus planes dedicarse al séptimo arte? ¡¡¡Uf!!! ¡Yo quise ser tantas cosas en mi crecimiento…, hasta cura! Pero creo que fue porque estudiaba en un colegio de curas. Pocas veces me propuse expresamente estudiarlo. En los 70, cuando el Estado daba becas para estudiar en países socialistas, solicité una, porque sabía que en Polonia, Checoslovaquia y la Unión Soviética había excelentes escuelas de cine. Pero no me hicieron caso. Yo acababa de llegar de Puerto Rico, con una melena frondosa y me tomaron por un hippie loco y me rechazaron. Luego, cuando se presentó la oportunidad de participar en un taller de cine antropológico por cuatro meses en París, me animé y esta vez sí me escogieron. Cuando abrieron la escuela de cine en Cuba, yo estaba ya muy crecido para competir por un cupo, pero luego solicité admisión en un taller de guion y también me aceptaron. Esa fue la tercera y última vez. También ejercí la crítica de cine como por 25 años, y tomé cursos de preservación de filmes en cinematecas de México y Brasil. Pero nunca me propuse dedicarme al cine. Tengo otros «amores» antes que el cine, que son el teatro y la literatura. 4- Usted es productor de documentales. ¿Qué mensaje busca llevar a la sociedad a través de ellos? Yo nunca asumí el cine como actividad central. Los proyectos demoran mucho en arrancar, son costosos y, si quiero expresar alguna idea, pocas veces me he dicho «Quiero hacerlo en cine». Con el riesgo de que me acusaran de loco, cuando me preguntaban qué quería yo ser en la vida, contestaba con plena convicción: «Quiero ser feliz». Y lo sigo pensando, de modo que no me siento productor de documentales. Es el género del cine que más me gusta y he trabajado en varios, pero creo que la vida me llevó hacia ellos. No los busqué. Hubo algunos proyectos en mi juventud que quise rodar, pero no cuajaron. Quería, por ejemplo, hacer uno sobre la diversidad étnica que confluye en el ser cultural panameño, inspirado en las ideas del Dr. Roberto de la Guardia, un hombre brillante que fue mi profesor en la USMA. Melaxa se llamaba aquel proyecto. Lo presenté al GECU, pero Pedro Rivera le pasó mi propuesta a un periodista brasileño al cual le rendían pleitesía aquí, que no entendía mis inquietudes y lo evaluó con negatividad. Nunca quiso sentarse conmigo a guiarme en el proyecto, y en el GECU los que lo leyeron no lo valoraban. Eran tiempos malos, y en el GECU había

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