Con un llamado a establecer agendas, compromisos y marcos de acción para asegurar la supervivencia del jaguar, mejorar la productividad y la coexistencia en fincas ganaderas enfocó su ponencia el presidente de la Fundación Yaguará, Ricardo Moreno, en el panel “Regulación del Comercio y la Coexistencia Pacífica: herramienta para la gestión de especies amenazadas”, desarrollado, este miércoles, en la Cumbre de la Biodiversidad de las Naciones Unidas (COP 16), desarrollada en Cali, Colombia.
El biólogo panameño compartió los avances del proyecto GEF7 “Jaguares Panamá” liderado por Mi Ambiente y ejecutado por la Fundación Yaguará Panamá en colaboración con ONU Ambiente y el apoyo del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés) en el marco del Programa Global para la Vida Silvestre; haciendo hincapié en la necesidad de repensar un modelo económico sostenible centrado en soluciones que mejoren la productividad de las fincas ganaderas y protejan a los jaguares. Desde 1989, hasta la fecha, se ha documentado la muerte de 395 jaguares por conflictos entre ganaderos y jaguares; estos últimos han perdido más del 40% de su hábitat.
En ese orden de ideas, Moreno citó como ejemplo, el impacto económico positivo de las comunidades que están implementando planes de manejo de fincas que incluyen medidas anti-depredación del proyecto “Jaguares Panamá”, en el cual los ganaderos adoptaron cercas eléctricas solares y otras estrategias; y a la par protegen su ganado a través del uso de collares con luces solares.
“Estos cambios no sólo han disminuido la pérdida de ganado y mejorado la productividad, sino que también han creado nuevas oportunidades económicas a través del ecoturismo. Esta es la clave: la coexistencia es rentable porque protege la biodiversidad y mejora la vida de las comunidades que conviven con el jaguar. Es una iniciativa que podría ser replicada en más fincas a lo largo de América Latina, fortaleciendo las capacidades de las comunidades y las organizaciones locales”, aseguró Moreno.
El director de áreas protegidas y biodiversidad de Mi Ambiente, Tomás Fernández fue más allá,argumentó que
el Proyecto Jaguares Panamá e iniciativas enfocadas en conservar los tiburones están comprometidas a implementar soluciones innovadoras e integradas para reducir este conflicto y promover una coexistencia pacífica y rentable.
Con el propósito de fortalecer la conservación de la biodiversidad y especies como el jaguar, dijo, que el Gobierno Nacional alinea sus esfuerzos con la Meta 4 del Marco Mundial de la biodiversidad, de cara a integrar la gestión de conflictos humano-vida silvestre y las últimas decisiones de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, más conocida como CITES.
“El éxito de ‘Jaguares Panamá’ es un claro ejemplo de cómo la ciencia, la tecnología y las comunidades pueden trabajar juntas para crear un futuro sostenible y resiliente tanto para las comunidades humanas como para la biodiversidad.
Participó además en la conferencia la directora de Costas y Mares, Digna Barsallo.
Iniciativa local con impacto global
Con el Proyecto GEF-7 “Conservación de felinos y especies de presas a través de alianzas público-privadas y gestión de conflictos entre humanos y jaguares en Panamá”, nuestro país forma parte de una iniciativa global dentro del Programa Global de Vida Silvestre, financiado por el Banco Mundial, junto con más de 50 proyectos en 38 países.
El Ministerio de Ambiente y la Fundación Yaguará Panamá aspiran a continuar escalando estos resultados con el apoyo del GEF8 y GEF9, a fin de asegurar la conectividad de los hábitats del jaguar en todo Panamá.
Jaguar en la agenda multilateral
Como parte de la agenda de la COP 16 se presentó la experiencia de Co-Diseño de Paisajes Productivos Sostenibles en la Amazonia como una práctica del ejercicio de la Gobernanza Campesina y la construcción de paz con la naturaleza a través de los corredores de protección del jaguar.
A la par, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), lanzó la Iniciativa Impacto Jaguar con un financiamiento inicial de 4 millones de dólares que buscar financiar proyectos de biodiversidad para proteger estas especies amenazadas.