Bambú, puente entre la vegetación y la industria

Este 18 de septiembre se celebra el Día del Bambú, una fecha propicia para destacar las bondades de este ejemplar vegetal y hacer mención de sus iniciativas a nivel de país, destinadas a su conservación y uso responsable.

Panamá es un país rico en fauna y flora. Sus bosques albergan innumerables especies forestales de gran valor para diversos sectores del país, ya sea construcción, salud, agroalimentaria, entre otros.

El bambú, especie milenaria de gran relevancia, se adapta a cualquier tipo de suelo y a diferentes condiciones climáticas, lo que permite que pueda controlar de manera eficiente la erosión del suelo, actuar como cortinas rompe vientos, en la regulación hídrica y como defensa ribereña.

Adicionalmente, retiene agua tanto en el rizoma como en el tallo regulando así el ciclo del agua y la pérdida por escorrentía.

Rebeca Caballero de Sánchez, es propietaria de Juanitas Bambú, una empresa centrada en la elaboración de subproductos hechos a base de este árbol. Y es que ellos, aprovechan sus para elaborar deliciosos y suaves té de bambú.

La empresaria destaca que viajan grandes distancias para encontrar parras de Bambusa vulgaris vitata, tipo de bambú que actualmente se utiliza para la elaboración del té ya que su aporte nutricional es más elevado que el de las otras especies. Se encuentra en el área de Gualaca y en la provincia de Chiriquí.

“Luego de la cosecha se procede a su selección, conteo, lavado y desinfección a vapor para llevarlo al proceso de deshidratación, mediante el cual obtenemos un tostado óptimo para procesar en el molinillo nuestras hojas y empacar nuestro producto”

añade Rebeca.

Actualmente su proyecto está en proceso de degustación y aprobación de sabor, pero aspira a ser una empresa líder en producción de té de bambú y demás derivados.

En el área de la salud, el bambú tiene muchos beneficios, como: mejora la calidad del sueño ya que produce un efecto de relajación si lo toma antes de dormir; fortalece el cabello, las uñas y los huesos; mejora el tránsito intestinal; es antioxidante gracias a su alta concentración de flavonoides; ayuda en los procesos inflamatorios.

Además de la parte culinaria, el bambú es muy utilizado en: Ingeniería. La construcción de puentes colgantes de bambú a los cuales se son ejemplos de las características físicas material. El bambú es utilizado tambien a manera de cable tambien, el puente del Himalaya es un buen ejemplo.

En las propiedades fisco mecánicas del bambú, los esfuerzos de tensión y compresión son muchos mayores a lo largo de la fibra perpendicular a la caña, de ahí que se utilice como refuerzo vertical en estructura de concreto. La cascara o capa exterior del tallo es sin duda alguna la parte más resistente de este, adicionalmente las propiedades mecánicas varían si se trata de la base, la parte intermedia o superior del tallo.

Por eso gracias a sus propiedades físico-mecánicas es utilizados en la construcción como vigas, columnas, andamios, escaleras, pórticos pisos y cerchas. También se usa como como refuerzo estructural en el concreto.

Artesanías: Diferentes tipos de muebles tales como sillas, mesas, camas, porta móviles, lámparas, biombos, canastas, recientes, etc. Gracias a su forma tubular y a la resistencia de sus fibras, resulta muy útil en la fabricación de cucharas, tenedores, cuchillos, y cualquier tipo de utisinlia pequeños.

Importante iniciativa: Hace unos meses el Ministerio de Ambiente realizó el lanzamiento del proyecto: “Promoción del bambú como una solución basada en la naturaleza para el desarrollo de medios de vida y el manejo ambiental para mitigación y adaptación al cambio climático en la Región de América Latina y el Caribe (Bambú Panamá)”, que tiene como propósito potenciar el uso del bambú para afrontar los desafíos del cambio climático a como una solución basada en la naturaleza.

El proyecto busca incorporar procesos de investigación-acción con el uso del bambú para aumentar la resiliencia frente al cambio climático de familias rurales de Costa Rica, Panamá, Cuba, República Dominicana, Colombia, Ecuador y Perú.

Se cuenta con un financiamiento de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), en el marco de su programa ARAUCLIMA y en coordinación con varios actores públicos y de la academia a nivel de los países participantes.