EDUCACIÓN

Con los logros más impactantes en el campo educativo, estudiantes que destacan por su empeño y dedicación.

La abuela de 104 años que aprendió a leer y escribir con la ayuda de su nieta

Felipa Ruiz es la protagonista de una historia de superación que nos enseña que nunca es tarde para aprender. A sus 104 años, esta mujer, que vive en el distrito de Capira, provincia de Panamá Oeste, aprendió a sumar, restar y escribir su nombre y apellido con su puño y letra. La hazaña la logró tras completar exitosamente el programa Muévete por Panamá, “Yo, Sí Puedo” Felipa recorrió casi toda su vida con su condición de iletrada, que le impidió descubrir las fascinaciones que trasmiten la lectura de un libro o una novela. Siempre dedujo que ahí afuera había un mundo inmenso. Lo intuía cuando veía un periódico, indescifrable para ella. Felipa logró cursar hasta tercer grado, pero lo poco que aprendió lo olvidó. A muy temprana edad reemplazó los cuadernos y los textos escolares por herramientas agrícolas, que la alejaron las aulas de clases. Desde pequeña se ocupó de los quehaceres del hogar, y cuando no estaba cocinando o atendiendo algún detalle en la casa, estaba preparando la tierra para sembrar arroz, maíz, frijol, yuca, ñame y otros tubérculos que se convirtieron en la principal fuente de alimentación de su familia. Hace unos meses, su nieta Sheila González se enteró de que el MIDES ofrecía servicios de alfabetización y, tras capacitarse como maestra voluntaria, inscribió a su abuela para que fuera su alumna. La relación maestra-alumna brindó excelentes resultados. Por más de siete semanas, Sheila le dictó clases de alfabetización a su abuela, quien reside en el corregimiento Colmena de Cirí Grande, en el distrito de Capira. Pero había un problema por resolver, la mano rígida de Felipa estaba acostumbrada a sostener la coa, el machete, el rastrillo y el azadón, por lo que las primeras lecciones consistieron en hacer garabatos en el cuaderno, círculos y ejercicios de caligrafía, que lograron que la abuela sujetara correctamente el lápiz. Luego de varias clases, Felipa aprendió las vocales, los números y empezó a escribir frases cortas. Lo demás es historia. En los 36 meses de gestión pública, un total de 3,306 personas ha aprendido a leer y escribir a través del programa Muévete por Panamá, de las cuales 2,188 son mujeres, explicó el director de Alfabetización del MIDES, Carlos A. Contreras. Contreras certificó que Felipa Ruiz es la mujer más longeva que logra alfabetizarse con el método “Yo, Sí Puedo”, lo que demuestra la efectividad del programa, que le permite al iletrado capacitarse en 65 clases. Por su parte, la psicóloga Kiria Santana, del MIDES, indicó que una persona iletrada puede llegar a desarrollar altos niveles de ansiedad e incluso verse sumergido en cuadros depresivos por sentirse aislado, y muchas veces incompetente en un mundo que no para de actualizarse. Felipa está feliz, porque ahora puede escribir y leer los mensajes que se le presentan. Puede experimentar el placer de escribir los nombres de sus hijos. Para su familia, que se compone de 12 hijos, 30 nietos, 46 bisnietos y 16 tataranietos, es un logro que los llena de mucho orgullo. “Si yo pude, que tengo 104 años, todos pueden, nunca es tarde para aprender” comentó Felipa, mientras enseña un papel donde está plasmada su firma. Para Sheila fue una experiencia inolvidable, que le permitió conocer más a su abuela. Durante las clases le relató lo que vivió de pequeña y lo mucho que añoraba tener la habilidad de escribir su nombre.

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La maestra voluntaria que le enseña a leer y escribir a los residentes de Curundú

Más de 17 personas se han alfabetizado con la ayuda de una voluntaria del Mides que dicta clases en la Junta Comunal. Sus alumnos entre 26 y 70 años al concluir el curso tienen la oportunidad de ingresar al sistema escolar y capacitarse en cursos de emprendimiento. Cuando el reloj marca las 4:00 p.m. Ana López pone pausa a sus labores como asistente administrativa en la Junta Comunal de Curundú para convertirse en maestra. Sus alumnos son jóvenes, padres de familias y abuelos entre 26 y 70 años que no tuvieron el privilegio de asistir a la escuela, pero que hoy desean aprender a leer y escribir. Ana de 44 años es una de las 100 maestras voluntarias que tiene el programa “Muévete por Panamá, Yo, Sí Puedo” del Ministerio de Desarrollo Social, que ha alfabetizado a 78,764 panameños (as) desde que inició el programa en el 2007.Tras haber participado de tres (3) promociones Ana ha tenido la dicha de alfabetizar a más de 17 personas, incluyendo una compañera de trabajo que por años mantuvo su analfabetismo en secreto. Lo interesante de este programa es que cuando los estudiantes reciben sus certificados tienen la oportunidad de ingresar al sistema escolar o recibir cursos de emprendimiento en el Instituto Nacional de Formación Profesional y Capacitación para el Desarrollo Humano (INADEH). La preparación de las clases se la toman tan en serio como el alumno que asiste a ellas. Hay un dato significativo, si el curso inicia con cinco personas, lo acaban las cinco personas, eso es porque se empeñan en hacer las cosas bien a pesar de no ser una profesora de profesión. “Lo que más me llama la atención es la perseverancia de mis alumnos. Asisten con entusiasmo. Y si ellos hacen un esfuerzo por aprender yo hago un esfuerzo por enseñarles” destaca Ana. Durante las clases que dicta después de haber cumplido con su jornada laboral ha descubierto historias conmovedoras. Entre esas anécdotas recuerda a una alumna de nombre Hilaria Sánchez de 68 años, que durante el curso fue hospitalizada. En su lugar enviaba a su hija a las clases para que le apuntara las tareas y desde el hospital desarrollaba las lecciones. También recuerda a Diana López, una ama de casa que siempre anheló escribir su nombre. No fue a la escuela porque en su infancia sus padres decidieron que era más importante que ayudara en los quehaceres del hogar. A pesar de sus limitaciones logró que sus dos hijos se graduaran de la secundaria. el día que sus hijos culminaron el bachiller Diana decidió que era hora de iniciar, de cerrar un ciclo y emprender un nuevo reto. Fue entonces cuando escuchó que en la Junta Comunal había un grupo de vecinos que se reunían tres veces a la semana para leer, contar los números, y escribir. La historia de Hilaria y Diana tuvieron un final feliz, después de siete (7) semanas y 65 clases recibieron sus diplomas que las certificaban como mujeres alfabetizadas. Ana, una relacionista pública de profesión reconoce que sus padres la motivaron para ser voluntaria del programa. Su padre nunca fue a la escuela y su madre cursó hasta quinto grado de primaria. A pesar de sus limitaciones se las arreglaron para educar a sus seis hermanos, hoy todos son profesionales. Cada vez que existan vecinos dispuestos a aprender Ana hará una pausa para atenderlos. No importa si nunca fueron a la escuela, ella hará todo lo posible para que al término del curso puedan sumar, restar y lo más importantes es que puedan escribir sus nombres y desarrollar la habilidad de la lectura y la escritura, un recurso que los hace hombres y mujeres independientes.

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Panamá ganó tres menciones de honor en Olimpiada de Matemática 2022

Un grupo de estudiantes panameños recibieron tres menciones de honor por haber resuelto un problema de forma completa en la Olimpiada Internacional de Matemáticas, celebrada recientemente en Oslo, Noruega del 6 al 16 de julio. Las menciones de honor fueron obtenidas por los estudiantes Adrian Frauca, Jorge Liu y Eidrian Pérez, con la coordinación del líder Leonel Castillo y colíder Luis Gabriel Peña, quienes se encargaron de la defensa de los puntos obtenidos por los jóvenes. Los chicos que participaron pertenecen al Programa de Entrenamiento a Jóvenes Olímpicos que desarrolla la Fundación Olimpiada Panameña de Matemática, quienes han estado preparándose desde hace varios años para este tipo de competiciones. La Olimpiada Internacional de Matemáticas es una competencia para estudiantes de secundaria que se lleva a cabo anualmente. En este evento, participaron cerca de 600 jóvenes provenientes de 104 países del mundo. Representando a Panamá, participaron los alumnos Adrian Frauca, Jorge Liu, Eidrian Pérez y Ana Maza. Estos cuatro estudiantes pusieron a prueba sus conocimientos y habilidades en la resolución de problemas matemáticos que, para su resolución, se requiere un toque de ingenio. “es importante resaltar el trabajo de los alumnos, sus padres, instructores y la fundación. Felicitamos a nuestros representantes panameños que compitieron en esta olimpiada, la más exigente a nivel mundial”. Indicó la profesora Lydia Burgoa, presidente de la Fundación Olimpiada Panameña de Matemática El Programa de Entrenamiento a Jóvenes Olímpicos convoca a los ganadores de la Olimpiada Panameña de Matemática e inicia cada año con el Campamento Matemático en el mes de enero y luego continúa con sesiones sabatinas durante el periodo académico. Cuenta con un grupo de instructores que brindan a los chicos conocimientos y estrategias para resolver problemas de álgebra, teoría de números, combinatoria, geometría, entre otros.

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Profesionales panameñas forman parte de las «100 Mujeres más poderosas 2022» de Centroamérica, de revista «Forbes»

La revista Forbes dio a conocer su lista de las “100 Mujeres más poderosas 2022” de Centroamérica, en la que un total de 25 panameñas fueron protagonistas debido a su trayectoria profesional e impacto positivo en la sociedad en diversos sectores productivos. De estas, siete representan en el listado el campo de la ciencia y cuatro, el de la ingeniería. La portada de la revista fue engalanada por la emprendedora Min Chen, CEO de Wisy, plataforma de inteligencia artificial que en sus fases iniciales mereció el Premio Nacional a la Innovación Empresarial 2020, de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) y la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá. Wisy, recientemente, fue seleccionada como el emprendimiento del año en la competencia Innovation Path dentro de la convención Cloud Wars Expo, realizado en el Centro de Convenciones Moscone, en San Francisco, California, EU. “Forbes se une al esfuerzo de visibilizar la posibilidad, el desarrollo, el éxito y los reconocimientos para mujeres centroamericanas que se han desenvuelto en las áreas STEM, acrónimo de los términos en inglés Science, Technology, Engineering and Mathematics”, cita la nota de portada de esta edición dedicada a exaltar el camino de laureadas ingenieras, científicas, emprendedoras, así como escritoras, deportistas, juristas, artistas, etc., de México, Guatemala, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Costa Rica y Panamá. La ingeniera Yessica Sáez, quien es investigadora y docente de la Universidad Tecnología de Panamá (UTP), es una de las damas destacadas tras convertirse en la primera panameña en pertenecer al Comité Mundial de Women in Communications Engineering. Además, esta ex becaria de la Senacyt recibió en el premio Joven Profesional de Latinoamérica por el Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE). Alexandra Guzmán Bloise, científica y oceanógrafa, también forma parte del listado por su trabajo a favor del medioambiente, el salvamento de los ecosistemas y la conservación de los mares, ya que se desempeña como técnica en investigación en el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales. Otra mujer reconocida por la revista es Ilya Espino de Marotta, al ser líder de la ampliación del Canal de Panamá, quien en su cargo de subadministradora implementó a principios de año la normativa para la restricción de paso de buques, que, ante la elevada demanda de la industria, incrementa dimensiones cada vez más. Así mismo, la neurocientífica Gabrielle Britton es una de las protagonistas de la lista, quien al estar al frente de la Iniciativa de Investigación enfocada en el Envejecimiento en Panamá lidera el desarrollo de estudios de enfermedades neurodegenerativas, deterioro cognitivo y Alzheimer para apoyar el desarrollo de políticas públicas orientadas a mejorar la atención e la salud pública geriátrica. Otra panameña “poderosa” es la ingeniera Dafni Mora Guerra, investigadora y docente de la UTP, ex becaria de la Senacyt, quien ganó el Premio Nacional L’Oréal-UNESCO “Por Las Mujeres en la Ciencia 2021” por liderar un proyecto enfocado en evaluar el rendimiento energético en edificaciones e impulsar el uso de energías limpias para el desarrollo y global. El listado también cuenta con el perfil de la investigadora Carmenza Spadafora, doctora en bioquímica del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología, quien ha dedicado esfuerzos a entender cómo funciona el parásito que causa la malaria, uno de los retos más importantes de su carrera. Este año fue condecorada con el Premio al Mérito Victoriano Lorenzo por su aporte a la nación, y ha sido nombrada como una de las diez mujeres más importantes en la historia de Panamá. Así mismo, el trabajo de la ingeniera ambiental Nathalia Tejedor es realzado en esta edición por su labor para la conservación de los manglares panameños. Su oficio la llevó a ser considerada por la empresa 3M como una de las 25 mujeres científicas latinoamericanas destacadas. La epidemióloga Amanda Gabster del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud también ha sido destacada por Forbes por sus investigaciones en salud pública relacionadas al comportamiento del virus de inmunodeficiencia humana en las comunidades más pobres del país. Ella consiguió que la Casa de Paz de Muná postulara el carácter obligatorio de la distribución de preservativos y la enseñanza de uso correcto. La ingeniera Alexandra Montenegro, del departamento de ingeniería biomédica en el hospital The Panama Clinic, fue incluida en la lista por su labor como agente inspiracional en áreas como diseño, innovación, desarrollo, investigación y voluntariado. La ingeniera Tania Ábrego, ganadora del premio Outstanding Student and Young Professionals Activities Supporter, otorgado por el IEEE, también fue reconocida por la revista. Otras mujeres panameñas “poderosas” son: Hena González de Zachrisson (letras), Damaris Young (deporte), Marcela Galindo de Obarrio (negocios), Julieta Del Castillo (arte), Ilda Mason (artes), Giselle González Villarrué (comunicaciones), Sara Omi Casamá (derechos humanos), Niurka Montero (negocios), Emily Santos (deporte), Jovana Ríos (derechos humanos), Sandra Miró (negocios), Patricia De León (entretenimiento) y Gianna Woodruff (deporte).

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Ingeniero panameño recibe premio “Senior Scholars” en universidad de Estados Unidos

La dedicación del joven ingeniero panameño Aldaly Aldair Pineda fue reconocida con el premio a la excelencia académica “Senior Scholars” por la Universidad de Arkansas en Fayetteville, Estados Unidos, donde cursaba la carrera de Ingeniería Química como becario de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt). Pineda, de 24 años, es un joven procedente de Santiago, provincia de Veraguas, de padres educadores e interesado por la ciencia, quien se graduó con honores por mantener índice académico de 4.0 y haber completado clases de honores a lo largo de su carrera, además de la elaboración de su tesis. “Ingeniería química es la aplicación de la ingeniería en procesos químicos en alta gama y escala, utilizando procesos de separación, controles, termodinámica, transferencia de calor y de masa; todo esto conlleva a resultados eficientes y seguros” explica Pineda. Durante sus estudios secundarios, Aldaly destacó por su participación en las Olimpiadas de Matemáticas, representando al colegio José Santos Puga de Santiago, y desde aquella oportunidad en el que obtuvo mención honorifica a nivel nacional, inició su interés por la ciencia. Asimismo, su afinidad y curiosidad por el saber lo llevaron a involucrarse en las Olimpiadas de Física y Química, en las cuales alcanzó mención honorífica y medalla de bronce, respectivamente, siendo estudiante del Instituto Urracá en Veraguas. “El objetivo de participar en competencias científicas era aprender más sobre ciencia”, menciona. La oportunidad de estudiar en el exterior surgió luego de conocer en 2014, la Convocatoria de Becas de Pregrado de Excelencia para Colegios Oficiales que desarrolla la Senacyt y el Instituto para la Formación y Aprovecho de Recursos Humanos, y aplicar en 2016. “Realicé mi ensayo personal, mantuve las calificaciones para aplicar a la beca con el único objetivo de realizar mis estudios superiores en un área científica”, expresa. “Mi experiencia en el exterior fue incomparable, pues logré cambios a nivel personal y profesional. Desde que llegué a Fayetteville en el verano de agosto del 2017, aprendí de otras culturas, comencé a implementar nuevos cambios para mejorar como persona y reconocer el mundo real; maduré gracias a la experiencia” comenta Pineda. Sus primeros pasos en investigación científica se dieron en el área de la salud, analizando las funciones del cuerpo a través de la termodinámica para dar a conocer a las empresas que trabajan con procesos biomédicos los conocimientos sobre cómo funciona el cuerpo humano y así producir células o insumos a escalas. Igualmente, fue asistente de un estudiante de doctorado, con quien colaboró en investigaciones relacionadas al área de biomateriales; en esta ocasión replicó sistemas biológicos del cuerpo humano para encontrar la manera en que las células sobrevivieran a los tratamientos de cáncer. Otro proyecto tratado por Pineda estuvo relacionado con la difusión en agua, experimento con transferencia de calor y masa, con el cual elaboró su tesis de grado. “La tesis era básicamente estudiar la sal hasta que hubiese difusión con el agua y conductividad para comprobar que el coeficiente de difusión concordara con el teórico”, manifiesta. Como planes futuros, seguirá sus estudios en el extranjero esta vez en un doctorado en Ingeniería Química en la Universidad de Texas en Austin Estados Unidos, tras hacerse acreedor de una beca de dicha institución académica por sus buenas calificaciones. Además, mientras estudia dicho doctorado, planea efectuar sus primeras publicaciones científicas y cumplir su sueño de ser un investigador.

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