La creación del Refugio de Vida Silvestre Saboga responde a la necesidad de proteger varias especies importantes de aves, incluyendo el piquero de patas azules; cetáceos (ballenas y delfines); tiburones, así como diversas especies de tortugas marinas en peligro de extinción.
Con la creación del Refugio de Vida Silvestre Saboga, Panamá reafirma su posición como Líder Mundial Azul, con más del 54 % de sus áreas marinas protegidas, estableciendo que el área protegida Refugio de Vida Silvestre Saboga, en la provincia de Panamá, tendrá una superficie marina de 81.884 kilómetros cuadrados, mientras que el área terrestre insular abarcará 1.097 kilómetros cuadrados, comprendidos por Isla Pacheca/Pachequilla, Isla Bartolomé, Isla Chitre e islotes aledaños.
Estas islas se encuentran en el corregimiento de Saboga, distrito de Balboa, provincia de Panamá, dentro del golfo de Panamá, ubicado en el Archipiélago de Las Perlas, en el océano Pacífico.
Este nuevo espacio protegido, localizado en el corregimiento de Saboga, en el golfo de Panamá, abarca una extensión de 82.981 kilómetros cuadrados (8,298.1 hectáreas) y alberga una impresionante variedad de especies marinas, muchas de las cuales aún están por descubrir y estudiar.

Históricamente, Saboga ha sido un sitio crucial para la reproducción de cuatro especies de tortugas marinas: la tortuga carey (Eretmochelys imbricata), la tortuga verde (Chelonia mydas), la tortuga laúd o baula y la tortuga lora o golfina (Lepidochelys olivacea). Además, se identifica como un hábitat de crianza para tiburones martillo y ballenas jorobadas. La boa sabogana, endémica de la zona, es otro de los objetos de conservación que se busca proteger con la creación de este refugio.
Este esfuerzo ha sido posible gracias a la colaboración entre la comunidad local, organizaciones no gubernamentales y entidades gubernamentales como la Autoridad de Recursos Acuáticos (ARAP), el Servicio Nacional Aeronaval (SENAN), la Fundación Tortugas del Mar de Colombia, entre otras, reafirmando así el compromiso del país con la sostenibilidad y la protección de la vida silvestre.
Por su parte, Marino Ábrego, biólogo y subdirector nacional de Costas y Mares del Ministerio de Ambiente, enfatizó la relevancia de esta iniciativa, indicando que “el refugio es un esfuerzo conjunto que busca proteger especies emblemáticas y amenazadas. El manejo sostenible de estos recursos beneficiará tanto a la naturaleza como a la población local”.
La creación del refugio promueve la protección de la vida silvestre y fomenta la participación de la comunidad en proyectos de conservación, impulsando el ecoturismo y el desarrollo sostenible en la isla y sus alrededores.