Cuando Yaneth Ortega subió al estrado, no dudó en alzar su diploma con las dos manos y dedicárselo a su madre: “¡Este título también es tuyo, mamá!”. Al instante, recordó todos los sacrificios que hizo su progenitora, Isidora Carrera, para que ella pudiera asistir a la máxima casa de estudio: La Universidad de Panamá. Asistir a la universidad siempre fue el sueño de Yaneth, un deseo que parecía lejano, más cuando se vive en el corregimiento de Sitio Prado, en la Comarca Ngäbe Buglé, que presenta un 97.6% de incidencia de personas en situación de pobreza, de acuerdo con el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM-C) a nivel de distritos y corregimientos elaborado por el Gabinete Social del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES). El deseo de Yaneth parecía un gigantesco obstáculo, pero no para Isidora, quien movió cielo y tierra para que el sueño de su hija se hiciera realidad. Primero consiguió que se graduara en la Escuela Normal de Santiago, considerada la cuna de la educación panameña. Luego, hizo que su hija iniciara estudios en el centro regional de la Universidad de Panamá de la Comarca Ngäbe Buglé. En este camino, Isidora da gracias a Dios por haber ingresado a Red de Oportunidades, uno de los Programas de Transferencias Monetarias Condicionadas (PTMC) del MIDES. Y es que con la transferencia monetaria que recibía trimestralmente, pudo sufragar los gastos de movilización y alimentación de Yaneth. Igualmente, le ayudó para costear los múltiples trabajos e investigaciones que le dejaban los profesores a su hija. Orgullosa y con una sonrisa en su rostro, Yaneth entró a su casa forrada de zinc y sacó de un folder dos títulos que tienen estampado el sello de la Universidad de Panamá. El primero le otorga la Licenciatura en Educación Primaria y el segundo le confiere el Profesorado en Educación. “Estudie con mucho sacrificio. Mi madre me ayudó a conseguir este título, por eso le debo mucho. También le agradezco a la Red de Oportunidades, porque gracias a esa transferencia pude estudiar y convertirme en una profesional” Aclaró Yaneth, de 31 años, quien el próximo año competirá por una plaza como maestra en su pueblo natal. Confesó que estudió educación, porque quiere contribuir en la educación de su pueblo. Se siente privilegiada de lograr un título universitario, pero al mismo tiempo siente que tiene la obligación de compartir ese conocimiento con su gente. “Le puedo decir con seguridad que la educación y el trabajo es la única vía para salir del ciclo de la pobreza. Si yo pude superarme, todos pueden. Soy un ejemplo de que, con voluntad y oportunidades, podemos lograr el éxito” Enfatizó Yaneth, quien es madre de dos hijos. La Red de Oportunidades genera emprendimientos: Isidora, de 53 años y madre de seis hijos, cree que los Programas de Transferencias Monetarias Condicionadas (PTMC) deben utilizarse para crear oportunidades. No basta recibir el dinero sin darle un buen uso, es necesario emprender, para así no depender, únicamente, del apoyo que brinda el Gobierno Nacional. Con la asistencia técnica que recibió del MIDES, Isidora cultiva gran parte de los alimentos que consume. Tiene un pequeño estanque de tilapia con 200 peces que le proveen de proteína. También cultiva conchas, que ella prefiere prepararlas guisadas. Además, cosecha plátanos, yuca, otoe y maíz. Igualmente, con las transferencias de la Red de Oportunidades compró unos pollos que, con el pasar de los años, se han multiplicado. Regularmente, los vecinos van a su casa para comprarles gallinas y huevos. Este emprendimiento le genera ingresos para cubrir sus gastos básicos. Isidora se describe así misma como una mujer privilegiada por todo lo que ha logrado, principalmente por su hija, que es una profesional gracias a las transferencias que le ha otorgado el Gobierno Nacional. Los PTMC empoderan a las mujeres rurales: La ministra del MIDES, Beatriz Carles de Arango, precisó que la historia de Isidora confirma que los Programas de Transferencias Monetarias Condicionadas (PTMC) están dirigidos a atacar la pobreza y la vulnerabilidad en el país. “Las mujeres en la Comarca Ngäbe Buglé tienen un rol protagónico y ejercen un liderazgo que estamos aprovechando para empoderarlas y ayudarles a que sean protagonista de un desarrollo sostenible” Precisó la ministra Carles de Arango.